De momento no voy a hablar sobre lo ocurrido en Barcelona la
semana pasada. Como mínimo no de forma directa, porque para ello ya haré otra
entrada de “Ali Babá, el ISIS y la hipocresía occidental”. Pero algo
preocupante ha pasado a raíz de lo acontecido el otro día y sobre eso quiero
hablar, y es que sucedieron bastantes comentarios en las redes sociales que me
dolieron muchísimo en lo más hondo de mi corazón.
Una distinción bastante habitual vista en las primeras horas
después de los atentados de Barcelona, en redes sociales principalmente, fue la
del “nosotros” y “ellos”. Venían tanto de gente que promovía la islamofobia, como
de gente que solo estaba comentando los acontecimientos ocurridos desde su
punto de vista. Esa diferenciación entre dos grupos es lo que me ha tocado la
fibra más profunda de mi ser, y es la que impulsa esta entrada de blog.
Veréis. Yo he vivido toda mi vida en la misma ciudad desde
que nací y desde mi punto de vista soy totalmente de Girona. He vivido toda mi
vida en la misma calle, he estudiado un colegio y un instituto de Girona, me he
formado en la universidad de Girona y he trabajado en el hospital de Girona.
Toda mi vida en un mismo lugar, hablando el mismo idioma del lugar, celebrando
las festividades de la región. No entiendo el “nosotros” y el “ellos”.
No es la primera vez que me siento discriminado por el hecho
de llamarme Omar Habbab Mohamed. Toda mi vida he sufrido discriminaciones de
todo tipo en todos los ámbitos, y normalmente no te quejas porque mira, tampoco
es que influya demasiado en mi día a día, pero duele. Y como yo, todos esos
chicos que han nacido y vivido aquí siempre, que se han criado en esta sociedad
con esta cultura que llamamos “occidental”, y que también han sufrido las
mismas discriminaciones por llamarse “Mohamed”, “Abdel”, “Fatima” o “Nadia”,
como tantos otros nombres árabes que nos rodean hoy en día. Que si "por qué no comes cerdo" que si "por qué no bebes alcohol" que si "va, un poquito", que si "si no lo pruebas como sabes que es malo". Y más y más ejemplos.
Mirad, seré claro. No entiendo el objetivo de dividir la
sociedad entre el “nosotros” y el “ellos”. Es imposible establecer una
diferenciación más allá del origen o el nombre, y eso, como es obvio, no
implica nada en absoluto sobre el comportamiento de una persona en nuestra
sociedad, como así tampoco significa que esa persona se adapte más o menos a
una sociedad que desde un principio era la suya. No tiene ningún sentido pues
que, siendo esta también su sociedad, establezcamos un “nosotros” y un “ellos”
únicamente por su origen. Mi origen. ¿Por qué? ¿Por qué intentamos dividir y
diferenciar a las personas en grupos para categorizarlos como alguien diferente
y por lo tanto que influye en nuestra sociedad, si desde un principio hemos
formado parte de ella? ¡Es que ya no hablamos de mi origen, sino el origen de mis padres!
El otro día salía una muchacha con hiyab hablando en
televisión, y leías comentarios referentes a la falta de libertad de su
religión por obligarla a ir con el pañuelo. Vamos por partes. No es religión,
es cultura la que condiciona el pañuelo. No existe un solo tipo de pañuelo,
está el ir sin, el hiyab, el niqab, el burka… Dependiendo de la región, se
lleva uno u otro. El Corán no cambia dependiendo de la región. ¿No se entiende
que el texto es el mismo pero la interpretación y la adaptación a la cultura de
la zona, totalmente distinta? La religión no es intolerante, ni tampoco causa muertos, ni implica que haya que matar a nadie para ir al cielo. Son las personas que leen un texto y lo interpretan como les viene bien las que dicen qué hacer y cómo hacerlo. Y esto lo he dicho tantas y tantas veces en este blog que se me está gastando la pintura de las teclas de tanto pulsarlas. Pero es que hay que decirlo, estoy seguro que los chavales que atentaron la semana pasada NO HABÍAN LEÍDO EL CORÁN EN SU VIDA Y SE GUIABAN POR LO QUE LES DECÍA EL IMAM, COMO TANTA OTRA GENTE!
Lo mismo pasa con tantas y tantas cosas que encontramos en
la sociedad occidental, que no deja de ser un mix de civilizaciones. Ese “ellos”
no lo entiendo ni comprendido como un “los de su cultura”, ni mucho menos como “los
de su origen”, ni tampoco un “los de su religión”. No tiene ningún tipo de
sentido y por eso no lo puedo entender de ninguna manera.
Me duele, me duele muchísimo ese tipo de comentarios
disgregadores que intentan hacer daño a la sociedad. Me entristece mucho que
haya gente en pleno siglo XXI, que por que cuatro chiflados atenten contra un
grupo de personas inocentes, se etiquete a una parte de la misma sociedad como
culpables de ello. Y sí, sé que también los racistas son también cuatro
chiflados, pero la realidad es que la diferenciación entre “nosotros” y “ellos”
no la hacen solo los cuatro chiflados racistas. La hace tanta y tanta gente que
duele solo de pensar en ello.
No nos damos cuenta, pero los verdaderos culpables de hacer
que existan personas aisladas en una sociedad como la nuestra, somos nosotros
mismos con nuestra forma de hablar y actuar en nuestro día a día, y quizás no
serviría de nada cambiar nuestra forma de expresarnos porque siempre habrá
algún atontado que no leerá mi blog y dirá las tonterías que le dé la gana,
pero realmente es cierto que un pequeño gesto sumado a otro pequeño gesto,
hacen un gesto aún mayor.
"Luis Bravo: El imán nobles nada...EL POBLEMA RS SU RELIGIÓN.. acaso alguien piensa que si coge un cura o un rabino a 10 o 12 chavales los va a convertir en terroristas.... Es su religiooooon"
"Teguez Ricardo: El IMAN, ¿de qué religión era?... me imagino que pertenecía a la #TERRORISTA y #MALÉVOLA #RELIGIÓN #CATÓLICA que tanto atacan los #COMUNISTAS #PODEMITAS y principalmente los #CAMARADAS Juan Carlos #Monedero, #AlbertoGarzón y el #Amado #Líder #PabloIglesias."
<<Le debieron faltar hashtags>>
"Mar SO Mar: Yo he tenido que trabajar muy a mi pesar en una empresa donde la mayoría de clientes eran musulmanes y fue una de las peores experiencias laborales, no quiero entrar en detalles porque don muchas y variadas la falta de valores educación arrogancia y prepotencia con la que trataban sobre todo si eres mujer. No les doy la mano ni aunque me hubieran subido el sueldo. Ya no te cuento si me matan uno de ellos a un hijo. Abrazos es lo que menos iban a ver el resto de su vida. Respeto la acción de este padre la respeto pero es de ser un pringado."
<<Su hijo ha muerto y él es un pringado>>
"Facundo Carrió: los españoles no entienden que los musulmanes van a cazarlos, no?"
Y así podría pasarme horas, pero todo se resume en una cosa. Decía Churchill que los fascistas de hoy se llamarán antifascistas mañana, o algo así, qué se yo, igual ni dijo eso. El caso es que todas estas demostraciones de odio de un lado y el otro, se resumen en un mismo objetivo, y es crear la distinción entre el "ellos" y el "nosotros" cuando no existe, no existía entre judíos y nazis, no existía entre cristianos y musulmanes en las cruzadas, ni existía entre romanos y bárbaros, ni ha existido, ni existirá nunca.
Pensad, si alguien quiere que odiéis a alguien, nunca lo hará por vuestro bien, siempre querrá sacar un beneficio para él, y repito, nunca para vosotros ni para las otras personas. Nunca os dejéis influir para odiar a alguien, nunca. En el momento en el que lo hagáis, os estaréis alejando de la civilización.
La semana que viene ya hablaré sobre los atentados de Barcelona
porque necesito meditar sobre lo ocurrido, y aun entristecido como estoy, no
creo que fuese capaz de comprender todos los datos que nos han llegado hasta
ahora.