Bien. Para hoy tenía una
entrada super bonita y emotiva, pero creo que me la guardaré para mí. Hoy
hablaré de uno de los grandes males de la sociedad. El “pagafanteo”. Un
movimiento social y cultural que me atrevo a decir que trasciende al ser humano
y que puede ser encontrado en diferentes especies de seres vivos de nuestro
planeta.
La mantis religiosa es un
claro ejemplo. La hembra se aprovecha del macho, y en la cópula, acaba con su
vida después de obtener su esperma y ser fecundada. Pero ejemplifiquémoslo para
que se entienda:
M. Macho: Hola, mi nombre
es Norberto y soy un Mantis, encantado.
M. Hembra: Ah. Hola.
Igualmente.
M. Macho: ¿Quedamos y te
invito a algo?
M. Hembra: Oye, ¿podrías
fecundarme? Es que debería expandir mi ADN de mantis por la biosfera.
M. Macho: Ah. Bueno.
Vale. Y luego te invito a algo si quieres.
Mantis Hembra: Sí, sí, lo
que tú digas.
(Después de ser
fecundada, la mantis hembra decapitó al macho y devoró su cadáver cruelmente).
Otra historia sería la
del caballito de mar:
Caballito: Hola, me llamo
Rodolfo y soy un caballito de mar, encantado.
Caballita: Ah. Hola.
Caballito: Me pareces una
caballita muy amable, sincera y guapa. ¿Crees que podríamos salir para
conocernos más y pasar un buen rato charlando amigablemente?
Caballita: Estoy liada.
Caballito: Ah, tranqui.
En otro momento entonces.
(7 días después la
Caballita abre en privado al Caballito).
Caballita: Hola Rodoflo. J
Caballito: Es Rodolfo
jeje
Caballita: Ah. Bueno. El
caso es que he puesto unos huevos y quería pedirte que me los vigilases hasta
que se abriesen.
Caballito: Vale, no te
preocupes. ¡Yo me encargo!
Caballita: Ok. Gracias.
Caballito: Oye, ¿estás
liada aún, o podemos quedar para tomar algo?
(45 días después, el
Caballito no recibió respuesta de la Caballita y los huevos eclosionaron)
Así es como funciona el “pagafanteo”.
Se trata que una chica o chico, se aproveche de los sentimientos de otra
persona hacia él o ella, para obtener unos beneficios propios sin dar nada a
cambio, y haciendo de todo solamente una relación unilateral.
No debería sorprendernos
que pase algo así hoy en día. Hace centenares de miles de años, una australopiteca
inventó el “amor” para que algún macho vigilase a los depredadores mientras
esta iba al río a beber agua. Esto ya estaba inventado. Lo que pasa es que en
una sociedad como la española, en la que parece que el aprovechamiento de unos con
otros es vertical en la medida que los poderosos se aprovechan de los pobres,
queda irrisorio que el aprovechamiento de unos con otros también sea horizontal
por temas sentimentales.
Hay gente con poca
dignidad en el mundo, y eso es un hecho. Lo que también es importante a tener
en cuenta es que, el “pagafanteo”, dentro de la “frienzone” (zona cuyo límite
está entre la amistad y la relación de pareja), acaba derivando en un “pagafanteo
crónico”, lo cual comporta que puede llegar a ser más doloroso y difícil salir
de ahí.
Siendo una enfermedad crónica, como enfermero y apasionado de la investigación, es mi obligación explicaros cómo vivir con una enfermedad cronificada como el "pagafanteo". Si os
encontráis en esa situación o tenéis algún amigo o amiga con este problema, lo
mejor que podéis hacer es salir con él o ella, subir su autoestima y mostrarle
lo grande que es el mundo. Explicarle que con lo grande que es el mar, quedarse
anclado en un puerto que te cobra demasiados impuestos es una chorrada, y que
una vez en la deriva del mar, al final se acaba encontrando una nueva costa
donde atracar.
Dicho esto, y con todos
los neologismos que he introducido en esta entrada de blog, estoy totalmente
dispuesto a debatir sobre el tema y a responder vuestras dudas y sugerencias.