Llevo un mes sin subir ninguna entrada de blog y realmente
me siento mal por ello. No soy alguien que deje las cosas a medias, y si lo
hago me siento como si me quedase una espinita clavada. Las cosas no hay por
qué acabarlas a lo grande, pero siempre hay que encontrar un final para todo, y
mejor que sea cuando estás arriba del todo.
El caso es que el otro día pensaba en algo que me encendió
la bombilla esa que se utiliza para simbolizar que alguien ha sido iluminado.
Ya sabéis los que habéis seguido el blog que este no lo escribo para conseguir
nada, solo lo hago para ordenar mis ideas y no oxidarme en lo que a redacción
se trata. Si quisiera fama o repercusión, haría vídeos chorra en YouTube, y ni
creo que los vídeos que subo sean una chorrada, ni pretendo conseguir fama con
ellos. De hecho, muchos de mis mejores vídeos no llegan a las 300 visitas.
En definitiva y a lo que venía. ¿Para quién vivís? ¿Vivís
para vosotros o vivís para los demás? Creo que esta pregunta nos la deberíamos
hacer cada mañana al levantarnos y mirarnos al espejo, ni que sea para darle un
sentido al hecho de levantarte por la mañana.
Naces porque otros lo han querido así, creces dependiendo de
los demás, y cuando eres adulto, acabas trabajando para una empresa que no se
preocupa por ti. Simplemente serás explotado y harás algo que igual no deseas,
pero piensas “bueno, hay que hacerlo para poder vivir”.
Caramba, carambita, Carambola. La vida acaba siendo una cosa
sujeta al vivir para trabajar y seguir viviendo trabajando.
“Claro, la realidad es dura, pero es la realidad”.
Entonces, querido Señor Cursiva, ¿si dejásemos de vivir, no
cree que alguien más acabaría trabajando donde usted?
“Sí, claro, cuando uno muere el mundo sigue girando”.
¿Y que el mundo siga girando no le demuestra que, si uno
vive para ser feliz uno mismo en lugar de para hacer feliz a los demás, igual
lo que le hace a uno infeliz lo acabe asumiendo alguien que realmente desea
eso? Es decir, ¿No cree, Señor Cursiva, que la vida está hecha para ser feliz y
que, si cada uno se preocupa por su propia felicidad respetando a la de los
demás, ¿puede que la gente no fuese a trabajar con desgana y serían capaces de
mirarse al espejo sin desear que el día pasase rápido?
“Me he perdido en el primer “y””.
En resumen. Conozco a demasiada gente infeliz que lo es
porque hace lo que cree que debe hacer, porque trabaja para que se le tenga en
buena consideración, o simplemente porque cree que llevar una vida pragmática y
simple, le facilitará mantenerse con vida hasta llegar a la esperanza de vida
del país. Como si alguien de veinticinco o veintiséis años se tuviese que
preocupar por la pensión que cobrará cuando tenga 70 años. Si llega.
El modelo social actual está creando una generación de gente
infeliz que hace lo que debe y no lo que quiere. Sin duda internet favorece que
la gente no haga lo que quiere, no salga a la calle, no se relacione y no vea
que hay algo más allá del trabajar o estudiar, dormir, levantarse, salir de
fiesta por ahí, alcoholizarse, etc.
¿Y si tienes hijos no serás feliz cuando ellos sean felices,
cuando aprendan una lección, o simplemente pasando tiempo con ellos?
"Sí... pero... ¡maldito mago de las palabras, lo has vuelto a hacer...!"
¡Si hemos llegado a ser los primates que somos ahora, con
una cultura y el conocimiento suficiente para estar leyendo esto, es porque
algunos seres humanos no se han resignado a ser lo que debían y quisieron ser
lo que querían ellos!
Imaginad una conversación entre antiguos homínidos:
-Buah, me está apeteciendo un montón comerme esa carne un poquito chamuscada por el fuego, no sé por qué.
-¡Qué dices loco! ¡Eso la haría incomestible y la desperdiciaríamos! Calla, calla, anda, y trae para acá que tu no sabes.
-Pero es que igual está buena...
-Pero es que no piensas, tronco, ¡no ves que si quemas esa carne y luego no se puede comer, estarás desperdiciando alimentos! ¡Estamos en la puta prehistoria!, ¿cómo vamos a sobrevivir sin comida?
-Sí, claro. Tienes razón. Igual cuando se inventen los Mercadona...
-Claro. Tú paciencia, que ya vendrá el día.
¡No importa que no seáis felices porque eso puede llegar a
ser simplemente un estereotipo de la sociedad! ¡No tenéis por qué intentar ser
los mejores porque simplemente se os haya dicho de serlo! ¡No pasa nada si al
final no acabáis ganando suficiente para compraros algo, o no podéis acabar una
carrera cuando queríais, o simplemente piensas que no eres suficiente bueno en
algo en lo que has trabajado mucho!
¡Hagas lo que hagas, vive para ti y no para
los demás!