En anteriores episodios…
Os he contado ya la historia del conflicto en
Siria y Oriente Próximo, os he explicado las causas de la creación del ISIS e
incluso os he susurrado antes que nadie quién era el mecenas del ahora llamado
DAESH (va por modas esto).
Ante los atentados de París y la situación de
alarma que vive ahora Europa, en la que muchos ciudadanos, sean de la cultura o
religión que sean, viven con temor de ser la próxima víctima del ISIS, me veo
en la obligación de explicaros cómo ha avanzado la cosa. Ya sabéis que yo me
basaré en hemeroteca, y que si alguien quiere otro tipo de noticias, para eso tenemos a JL en YouTube, que seguro habrá encontrado alguna relación entre los reptilianos y el ISIS.
Volviendo al tema, nadie habla del drama sirio si
no hay un atentado en occidente, o como mínimo la prensa lo ignora de forma
escandalosa, superponiendo el peinado de Ramos a las muertes de civiles (seres
humanos como el que escribe esto o tú que lo lees) día a día, en la otra costa
del mismo Mediterráneo donde muchos veraneamos.
Así pues, sabemos que Siria se ha dividido entre
los partidarios de Bashar Al Assad, el ISIS, Al Nusra (grupo terrorista que también predica el salafismo pero no van quemando, mutilando, empalando o esas cosas que hace el ISIS, pero vamos, que son coleguis del ISIS), y el Estado
Islámico, DAESH, ISIS o cómo demonios queráis llamar a los señores esos de la barba y el Kalashnikov.
Hago una puntualización. Cuando digo “dividido
entre los partidarios” me refiero a que unos pocos tienen el poder, y los otros
bajan la cabeza, dicen “sí” a todo, y si no es así, acaban con su vida, sueños,
aspiraciones, rutina, estudios, esfuerzos, etc. de un balazo. Todo esto se acaba cuando matan
un joven francés en la discoteca “Bataclan”, o cuando matan a un joven sirio mientras
va a comprar la ración de pan que sustentará a su familia toda la semana las
pocas horas al día que no hay fuego cruzado en las calles.
A nosotros, occidentales, nos molesta que los chicos
franceses cometan atentados aquí, cunde el pánico unos días y mucha gente piensa “estos
moros son todos unos violentos asesinos”, pero imaginad qué deben pensar ahí
cuando un francés va a su país a matarlos. Igual piensan “estos franceses son
todos unos violentos asesinos”.
Entonces, ¿somos iguales?
Volvamos a la guerra. Se plantean muchas maneras
de enfocar ahora el conflicto. En Francia, los Reyes (presidente, primer ministro,
etc. que tienen un poder absolutista ahora mismo en estado de excepción), hablan ya de guerra abierta (curiosamente cuando ya llevan meses bombardeando Siria). Además, este viernes se celebra una cumbre de ministros de
interior para abordar el tema y ver si se va a cambiar el tipo de actuación en
Siria.
Tres posibilidades se abren ante los políticos (y
digo políticos porqué a la población mundana solo nos queda recibir los balazos
que se pierdan en el conflicto y acrecentar el número de víctimas para que
algún día se estudie la cifra y nuestros nietos se lleven las manos a la cabeza
en clase de historia).
La primera posibilidad es la una intervención
militar terrestre de los ejércitos implicados en el tema. Yo la descarto, pues
EEUU y las potencias europeas se han posicionado claramente en contra de enviar
soldados al terreno después del desastre de Irak y Afganistán.
La segunda es seguir bombardeando como hasta
ahora, cosa que bueno... Es como intentar apagar un fuego con un lanzallamas. Matas a gente inocente, y al final les estás dando argumentos para ganar más adeptos.
La tercera es cooperar con los ejércitos de la
zona, opción muy y muy compleja, y a la que se han negado Francia hasta ahora.
No hace mucho Kerry dijo que la única opción que quedaba era la de trabajar junto Al Assad, visión que Rusia e Irán siempre han tenido. No obstante, Al
Assad no es ningún santo, y apoyarle sin acordar un arreglito “democrático”
para echarlo de su puesto, no es fruto de buen gusto para Francia, que desde el principio apoyó a los rebeldes sirios. Además, una parte de la población se ha
posicionado en contra de Al Assad desde el principio del conflicto, cosa que lo
ha dificultado todo.
A esto hay que añadir los intereses económicos de
la zona. El hecho de crear un gaseoducto para Arabia Saudí es un gran motivo para que los monarcas árabes quieran tener alguien afín a ellos como el ISIS ahí. Además, a nadie se le escapa que el precio del petróleo ha caído notablemente desde que ha aparecido el ISIS y no es por otra cosa que porque esta materia ha encontrado otra vía de paso gracias al Estado Islámico, que además obtiene beneficios y se nutre económicamente de ello. ¿O os habíais creído eso
que dicen en las noticias que el DAESH se financia vendiendo heroína por las
calles de Francia?
“Yo sí. Y que el dinero que das a la gente que
pide limosna, se lo gastan en drogas siempre y todos ellos”.
Por si fuera poco, a sus fuentes de recursos hay que añadir las donaciones árabes, qataries, y de (no me sé el gentilicio) Bahrein, los talibanes, y alguna que otra gran empresa de Wall Street (y no solo las de seguridad y venta de armas, que también). Aunque eso son especulaciones mías...
Los medios siguen con su campaña del terror,
haciendo los deberes al DAESH con tal de vender más, y demostrando una y otra
vez que la sociedad ha llegado a un nivel que solo la autodestrucción nos
apartará del progreso.
Dicho esto y ya para acabar, os digo que siento
mucho que esté creciendo la islamofobia actualmente, pero lo entiendo. Por unos
pocos homosexuales con sida, se ha etiquetado a un colectivo de por vida. No me
quiero ni imaginar cómo avanzará la cosa en los próximos meses en este sentido.
Lo que más terror me causa es volver a etiquetar a un colectivo por ser de un
origen o una religión en concreto, como ya se hizo con los judíos en la 2da
Guerra Mundial. Le temo realmente al clima de crispación que está generando
toda esta violencia y asesinatos al mundo.