viernes, 16 de diciembre de 2016

Alí Babá, el ISIS y la indiferencia occidental VII


“No me lo puedo creer. ¡El “Blog políticamente correcto de Omar Habbab” habla de política con su nueva entrada sobre oriente próximo!”.

Para los nuevos, os dejo la 1era, 2da, 3era, 4arta, 5ta, y 6ta entradas previas. Después de leer cada una de ellas, podemos rememorar la historia del conflicto sirio y la formación del ISIS. Pero dicho esto, vayamos al ajo, que quedan muchas cosas que comentar.

En la última entrada hablé de la pérdida de territorio por parte del ISIS, de su pérdida de poder militar, y de su próxima derrota, además del atentado de Orlando, y el de Turquía (que sucedió antes del presunto golpe de estado a Erdogan).

Para hacer un resumen rápido, diré que mientras yo publicaba cosas sobre el amor, el mundo era un caos. Los atentados de Niza, la detención del cabeza de los atentados de París, la parcial recuperación por parte del ejército iraquí de Mosul, o la total recuperación por parte del ejército sirio, de Alepo. Todo eso, en… ¿cinco meses? Impresionante. Qué rápido pasa el tiempo.

Pues sí, todo sigue hecho una mierda un caos. Es imposible no asquearse por semejante panorama, y preguntarse si realmente vale la pena seguir confiando en una humanidad que sigue mirándose el ombligo mientras en la cuna de la civilización se matan a bombazos. Para colmo, la gente en Facebook comparte vídeos de gente pidiendo socorro, sin ni tan solo tener idea de cómo va el conflicto, cómo está avanzando y qué queda por delante.

Os cuento yo, que tengo más conocimiento probablemente que vosotros en el tema (por desgracia para mí, que tengo familia ahí). Alepo está dividida ahora mismo, y mientras aún quedan rebeldes atrincherados en la ciudad, la mayoría se han replegado a poblaciones del norte, en su conexión con el aeropuerto. Es ahí donde se espera que se acaben disputando las batallas finales de Alepo, pese a lo que os puedan vender de los medios. Ya sé que en algunos lugares dicen que se está bombardeando el este, y blablabla. Sí, sí, pero eso es ahora. La semana que viene Alepo estará totalmente controlada por el gobierno y su objetivo será perseguir los rebeldes al norte (mirarán de escapar a la frontera con Turquía), y la ciudad de Idlib, donde existe otro punto clave de rebeldes. En esta última ciudad, la batalla se prevé más corta, pues el terreno es menor, y el siguiente objetivo serían Palmira, algunas poblaciones cercanas a Damasco, y finalmente Raqqa.

Además esta última semana ha habido un atentado cerca del estadio del Besiktas en Turquía, una bomba en una iglesia de Egipto, y la pérdida de la ciudad histórica de Palmira, en Siria, reconquistada por el ISIS. 

Pero, ¿por qué hacer una nueva entrada?

El otro día asistí a una conferencia que hacía un reportero de origen vasco, que trabajaba en Venezuela, para una cadena de televisión rusa. El libro iba sobre Bashar Al Assad, y se pasó toda la conferencia alabando su figura. De hecho, lo calificó como “héroe”, a lo que yo, que había pedido la palabra como habitualmente hago en todas las conferencias (solo para tocar las narices), le dije “no considero que Bashar sea un héroe” y todo el mundo se giró de forma alarmante. En aquellas milésimas de segundo, sentí mi vida peligrar. Os lo juro.

Por suerte, mi discurso ya estaba planeado, y dotándome de las artes más maquiavélicas, tejí un entramado de artimañas lingüísticas que ganó la opinión pública con un “creo que los verdaderos héroes son las personas que siguen en Siria pese a todo, intentando hacer su día a día con lo que pueden y como pueden”.


Sinceramente, no dije nada que no pensase. De hecho, cuando salí de la conferencia con la que había ido con un buen amigo, estuve reiterando hasta el punto de hacerme pesado, lo inconsciente que era ir a un sitio así, lleno de jóvenes desnutridos de ideas, y soltar algo como “Bashar es un héroe”.

Mi opinión política es la siguiente. Todo eso del “Welcome refugees” es postureo político que queda genial para ganar elecciones. Lo malo es que acoger refugiados no es la solución. De hecho, no es más que poner un parche a una chaqueta, que está rota, además está también en llamas, y se va precipitando desde un avión a 2000 metros de altura sobre un mar de ácido.

La verdadera solución está en arreglar Siria, y la imparcialidad de occidente no ayuda nada. Se armó a rebeldes para derrocar Al Assad, se inició una guerra encubierta entre títeres de EEUU y Rusia, y ahora se pretende que sea la sociedad siria la que sea estigmatizada como “los refugee”. Como medio-sirio, me duele el corazón.


Dicho esto, y como no podía ser de otro modo. ¡HABLEMOS DEL ISIS, QUE ES A LO QUE HEMOS VENIDO! 


Además que solo le queda parte de Mosul y Raqqa entera (o loque queda de ella), últimamente está muy taimada la situación por lo que atentados se refiere. Y que siga así, más allá de lo que puedan amenazar. Ya sabemos que “perroladrador, poco mordedor”.


De todos modos, todo apunta a que, una vez el ejército sirio de Bashar Al Assad, haya recuperado Alepo, probablemente focalicen más esfuerzos en Raqqa. Además, cuentan con la ayuda de los bombarderos rusos. Que sí, que matan inocentes, pero no sé si es más selectiva una bomba de un avión, o un coche bomba de un terrorista. 



PD: Uf, siempre me queda mal sabor de boca al hacer una entrada de esta saga. Creo que voy a intentar acabar de forma más amena y entretenida…