jueves, 10 de septiembre de 2015

Winter is coming to Europe.


Últimamente estamos viendo desde la comodidad de nuestros hogares, y más de lo que solíamos ver en televisión (pese a que lleva años ocurriendo), miles de refugiados sirios llegando a nuestros pacíficos y soleados lares. Esto está generando una gran cantidad de reacciones de todo tipo, y como no puede ser de otro modo, aquí, el menda, ha de escribir del tema para mostrar mi visión de los hechos.

Algunos ya sabéis que llevo siguiendo el conflicto en Siria desde su inicio por temas personales, y he analizado siempre entre colegas, cómo ha avanzado la cosa, hasta el momento actual. Si os fijáis, en las noticias del día a día hablan Piqué, Ronaldo, los toros, las playas, el calor y Merkel, pero no hablan para nada de lo que está pasando en Siria, en Irak, y lo que está haciendo el ISIS. Quizás porque no llega la información a los medios, quizás porque no interesa difundirla, o puede simplemente que un grupo illuminati y reptiliano esté interfiriendo para censurar todo. Pese a que la última opción suena entretenida, yo me decanto más por la opción de que no interesa a los medios de comunicación. La razón es sencilla. Conflicto de intereses.

Se está orquestando una campaña mediática, primero para hacer ver a los refugiados como las víctimas que sin duda son, y luego para hacerlos parecer a todos ellos cono terroristas del ISIS infiltrados en Europa de tal manera que con esto se consigue reducir el flujo migratorio y que los paridos de extrema derecha ganen votos, que es su principal propósito.

El flujo migratorio ha sido grande desde el principio de la guerra en Siria y la formación del DAESH o también conocido como ISIS y Estado Islámico. No obstante ahora los medios hacen especial hincapié en el aumento de este flujo (pese a que ha habido subidas y bajadas en el número de refugiados sirios).
¿Qué ha pasado? Bien. En los últimos meses, el Estado Islámico se ha hecho con armamento antitanques con lo que han reducido el número de tanques del ejercito sirio, el único que ahora mismo está luchando contra el Estado Islámico, junto con los kurdos. A esto hay que añadir que Turquía ha empezado a tomar parte en el combate, y de la peor manera, atacando a los kurdos que luchan en el norte de Siria contra el ISIS. Es decir, haciendo un favor al ISIS y perjudicando a los habitantes de la zona.
Para más inri, los centros de refugiados de la ONU en el norte de Turquía son cada vez más precarios y están faltos de recursos. A eso hay que unir los peligros de vivir en un campo de refugiados (abusos sexuales a menores, malos tratos, infecciones, frío…). Sin duda, ser un refugiado no es algo que se pueda elegir, y si hay la más mínima posibilidad de alejarse de eso, cualquier persona se lanzaría como a un clavo ardiendo, o como es en este caso, cruzar Europa en busca de un futuro.
Aun así, en Europa no se ha erradicado nunca el fascismo, y de neonazis hay a patadas. Además, las campañas de desprestigio anti-inmigración que hacen algunos partidos solo ayudan a crispar más la situación. Ahora mismo, cualquier refugiado será marcado como “posible terrorista”. De hecho, si lo pensamos fríamente, cualquier musulmán residente en Europa, es ya considerado como posible terrorista por muchos, así que solo necesitan el pretexto de ser refugiados sirios, para utilizarlos como campaña racista contra la inmigración.

No estoy diciendo que esto me de asco, que me da. Ni tampoco que abramos nuestras fronteras a cualquiera que entre, que tampoco me parece bien. Lo que quiero decir es que la gente que está viniendo de Siria, tienen papeles. Y sus papeles son tan legítimos como, los nuestros para ellos. Esto último solo lo entiende quien ha viajado fuera de la unión europea. Solo alguien que ha marchado de casa y se ha sentido extranjero, sabe mínimamente cómo se siente un refugiado.

Jean-Claude Juncker decía que el invierno se acerca. Ciertamente, se acerca el invierno y nosotros no podemos permitirnos dejarlos morir ahí porque luego no seríamos diferentes a los que se están matando ahí.