Últimamente estamos viendo desde la comodidad de nuestros
hogares, y más de lo que solíamos ver en televisión (pese a que lleva años
ocurriendo), miles de refugiados sirios llegando a nuestros pacíficos y
soleados lares. Esto está generando una gran cantidad de reacciones de todo
tipo, y como no puede ser de otro modo, aquí, el menda, ha de escribir del tema
para mostrar mi visión de los hechos.
Algunos ya sabéis que llevo siguiendo el conflicto en Siria
desde su inicio por temas personales, y he analizado siempre entre colegas,
cómo ha avanzado la cosa, hasta el momento actual. Si os fijáis, en las
noticias del día a día hablan Piqué, Ronaldo, los toros, las playas, el calor y
Merkel, pero no hablan para nada de lo que está pasando en Siria, en Irak, y lo
que está haciendo el ISIS. Quizás porque no llega la información a los medios,
quizás porque no interesa difundirla, o puede simplemente que un grupo illuminati
y reptiliano esté interfiriendo para censurar todo. Pese a que la última opción
suena entretenida, yo me decanto más por la opción de que no interesa a los
medios de comunicación. La razón es sencilla. Conflicto de intereses.
Se está orquestando una campaña mediática, primero para
hacer ver a los refugiados como las víctimas que sin duda son, y luego para
hacerlos parecer a todos ellos cono terroristas del ISIS infiltrados en Europa de
tal manera que con esto se consigue reducir el flujo migratorio y que los
paridos de extrema derecha ganen votos, que es su principal propósito.
El flujo migratorio ha sido grande desde el principio de la
guerra en Siria y la formación del DAESH o también conocido como ISIS y Estado
Islámico. No obstante ahora los medios hacen especial hincapié en el aumento de
este flujo (pese a que ha habido subidas y bajadas en el número de refugiados
sirios).
¿Qué ha pasado? Bien. En los últimos meses, el Estado Islámico
se ha hecho con armamento antitanques con lo que han reducido el número de tanques
del ejercito sirio, el único que ahora mismo está luchando contra el Estado Islámico,
junto con los kurdos. A esto hay que añadir que Turquía ha empezado a tomar
parte en el combate, y de la peor manera, atacando a los kurdos que luchan en
el norte de Siria contra el ISIS. Es decir, haciendo un favor al ISIS y
perjudicando a los habitantes de la zona.
Para más inri, los centros de refugiados de la ONU en el
norte de Turquía son cada vez más precarios y están faltos de recursos. A eso
hay que unir los peligros de vivir en un campo de refugiados (abusos sexuales a
menores, malos tratos, infecciones, frío…). Sin duda, ser un refugiado no es algo
que se pueda elegir, y si hay la más mínima posibilidad de alejarse de eso, cualquier
persona se lanzaría como a un clavo ardiendo, o como es en este caso, cruzar
Europa en busca de un futuro.
Aun así, en Europa no se ha erradicado nunca el fascismo, y
de neonazis hay a patadas. Además, las campañas de desprestigio anti-inmigración
que hacen algunos partidos solo ayudan a crispar más la situación. Ahora mismo,
cualquier refugiado será marcado como “posible terrorista”. De hecho, si lo
pensamos fríamente, cualquier musulmán residente en Europa, es ya considerado como
posible terrorista por muchos, así que solo necesitan el pretexto de ser
refugiados sirios, para utilizarlos como campaña racista contra la inmigración.
No estoy diciendo que esto me de asco, que me da. Ni tampoco
que abramos nuestras fronteras a cualquiera que entre, que tampoco me parece
bien. Lo que quiero decir es que la gente que está viniendo de Siria, tienen
papeles. Y sus papeles son tan legítimos como, los nuestros para ellos. Esto último
solo lo entiende quien ha viajado fuera de la unión europea. Solo alguien que
ha marchado de casa y se ha sentido extranjero, sabe mínimamente cómo se siente
un refugiado.
Jean-Claude Juncker decía que el invierno se acerca. Ciertamente,
se acerca el invierno y nosotros no podemos permitirnos dejarlos morir ahí
porque luego no seríamos diferentes a los que se están matando ahí.