domingo, 30 de agosto de 2015

Hola chicas, estoy soltero y escribo

Con este título tan directo me dispongo a explicar diversas cosas que he empezado este verano.
Siempre he sido una persona que con dificultades empieza proyectos, pero nunca me ha gustado dejarlos a medias. Sin ir más lejos, está el ejemplo del canal de YouTube que abrí hace ahora 3 años.

Ya llevaba tiempo husmeando en YouTube con otro canal, y subiendo vídeos, algunos editados de forma sencilla. Ha sido con el inicio de la Universidad y el cambio que he hecho (o que más bien todo el mundo dice que he hecho), que decidí abrir el canal que ahora cumple 3 años, 100 vídeos, 500 suscriptores y 250.000 visitas.

Pero hoy no he venido a hablar de ese tema. Hoy quería explicaros un proyecto que empecé hace 5 o 6 años, y no es otros que la redacción de un libro. Ni más ni menos.

“Te estás flipando Omar. Una cosa es escribir cuatro, cinco o 18 entradas de blog y otra es escribir un libro con sus tramas, sus páginas afiladas y sus letras chungas”.

Ahí te doy la razón lector troll. Y sin saberlo, me embarqué en ello con 17 años. Ciertamente fue una locura y jamás llegué a acabar ese proyecto. Alcancé las 20 páginas hasta que me di cuenta que estaba plagiando cosas de series y libros que había leído. Entonces me cabreé y lo dejé estar. Hasta ahora.

Durante mi paso por la universidad, entre la representación de estudiantes, el curso, el canal de YouTube y mí día a día, no he tenido tiempo a pararme a pensar en continuarlo por donde lo dejé. Hasta ahora.

Habiendo acabado la universidad, habiendo dejado de ser representante de estudiantes, y sin faena como me encuentro ahora, he vuelto a empezar el libro que dejé a medias. Y desde el principio.

Tengo la cabeza llena de ideas, pero lo quiero hacer lentamente, fijarme en los detalles, aunar las ideas buenas para hacer un buen producto, y rechazar las malas. Quiero hacer un libro denso pero bien hilado. El típico libro que el lector pase la página deseando saber qué demonios pasará en la siguiente. Un libro en el que la persona que lo lea se sumerja y se evada de la vida. Un libro que robe el tiempo de la gente como pasaba en Momo. Quiero ser el malo de sus vidas, el “dealer” que les dé su droga para poder seguir viviendo, y que cuando un personaje desaparezca, manifestaciones de gente en la calle pidan su retorno. Quiero un libro cuya trama sea de ciencia ficción, con ciencia pura, teorías disparatadas, y teorías reales. Quiero que el lector no sepa si está sentado leyendo, o encima de una nube. Quiero matar a un personaje y que la gente llore. Quiero que el lector sienta vergüenza ajena por determinadas situaciones. Y si algo quiero por encima de todo es que el lector aprenda algo del libro. Que no sea una página más del libro de su vida. Que sea LA PÁGINA.

Con esta evidente ilusión empecé a escribir y hasta ahora no he parado. Y me hace feliz contarlo porqué quiero que sepáis, que nada hace más contento a uno o una, que verse capaz de volver a reemprender un proyecto con la intención de acabarlo, y sin prisa por ello.


PD: Lo del “hola chicas, estoy soltero” del título es porqué una de las cosas que más me pregunta la gente cuando le cuento mis aficiones y le digo que escribo es “¿vaya, escribes? ¡Qué guay!” o cosas por el estilo. 

¡Me cambio de Servidor y vuelvo!


Así es. Después de un par de semanas sin escribir nada, en las que he buscado otros blogs en los que poder observar las estadísticas de visitas y poder así mejorar el contenido, he decidido que me cambio de servidor. Me paso de Hispavista (donde he empezado en el mundillo de blogguer), a Blogger de Google (donde podré controlar las estadísticas además de diversas herramientas muy útiles.
Desde el punto de vista estético, no cambia nada. Desde el punto de vista interactivo, mejora sustancialmente, pues ahora estará el blog, asociado a Google+, y eso previsiblemente generará más interacción con la gente que lee las entradas (sí es que hay alguien que las lee).
 Además, he pasado todas las entradas antiguas al blog por si a alguien le interesan, o tiene ganas de leerlas.

¡Así pues, bienvenidos (de nuevo) al blog políticamente correcto de Omar Habbab! 
"No hacía falta que volvieses..."
¡Yo también te he echado de menos, querido comentario troll!

Discapacitados Parte FINAL - House of Cards

Hola querido lector o lectora. 
Ya hace un par de entradas hablé sobre mi participación como representante de estudiantes en la facultad de Enfermería donde impulsé una normativa de evaluaciones para discapacitadosAlgo que no suena en principio muy apasionante, pero solo apreciable para los paladares más finos. El poder no es la información, ni es la riqueza ni es la suerte o alguna divinidad. 
El poder es poder, y en muchas ocasiones no somos capaces de apreciar dónde está el poder cuando lo tenemos.
Es como cuando yo pierdo mis gafas o no sé dónde demonios las he puesto. Revuelvo toda la casa, recorro todas las habitaciones, y no las encuentro. Y además soy miope. No encuentro las gafas hasta que pienso en lo que he hecho antes para llegar a esa situación, y entonces, en un flash de mi lóbulo temporal recuerdo dónde las puse.

Pues así es el poder, amigos. No sabemos que lo tenemos hasta que nos damos cuenta de lo que somos capaces de hacer, miramos atrás, y vemos lo que no éramos capaces de hacer antes y ahora sí.
“Vale, vale. Creo que ya ha quedado claro. Tenías poder en la facultad. ¿Y qué? Eso es otra manera de demostrar que eras un pringado con mucho tiempo libre”.
Gracias amable lector troll. Sigamos.
Tenía poder, y capacidad de cambiar cosas, pero los estudiantes siempre somos minoría en las reuniones de la universidad. Hagamos lo que hagamos, siempre habrá más profesores, y eso contando una asistencia del 100% de estudiantes, cosa realmente difícil. No obstante eso no implica necesariamente que no se pueda llevar adelante una iniciativa. 
He conocido mucha gente a lo largo de estos 4 años de representante, y sé que ser de la minoría e intentar impulsar algo que sabes que te van a frenar, es muy frustrante. Aun así no es imposible y con esa mentalidad empecé a mover las piezas del tablero de mi facultad.
Sabía que si solo yo tiraba adelante la normativa, por mucho que contase con el apoyo de mis compañeros representantes de estudiantes, no conseguiría nada. Eso me pasó el año pasado ya, y había aprendido la lección. Cuando alguien tiene poder, cuesta decir que sí a otra persona que no lo tiene. No sé por qué, pero el ser humano es terco en ese sentido.
Así pues, decidí buscar apoyo entre profesores. En caso de ser minoría, siempre debes buscar apoyo de quien sabes es influyente en el resto, y así hice. Además, eso me ayudó a mejorar el proyecto de normativa que presenté el año anterior, y a ver otras perspectivas que ciertamente me habían pasado por alto.
Con todo esto, fuimos a la reunión. Quien podría tirarlo atrás sabía las cartas que teníamos, pero nosotros llevábamos los deberes hechos de casa.
“Bueno, ¿y cómo acabó? ¡Me tienes en ascuas!”.
Simple. Si no puedes con tu enemigo, únete a él. La normativa está aprobada, los estudiantes con discapacidad o problemas psicopedagógicos contarán con evaluaciones diferentes al resto, cuyas bases podrán consultar y reclamar siempre que quieran pues están en la Intranet de la facultad. Así fue como, pese a ser minoría y pese a no tener ninguna posibilidad de aprobar esa normativa, usando la cabeza y con el concepto “poder” claro, se puede lograr lo que uno se proponga.
Es fácil frustrarse cuando no se consigue algo. En momentos como ese solo hay que mantener la cabeza fría y pensar que sin su Rey, ellos no pueden ni tan siquiera jugar la partida.

PD: Cuando pienso en ello me siento muy Frank Underwood sin su psicopatía y sus problemas con la nicotina.

Carta para mi yo del futuro

Querido Omar,
Puede que estés buscando una respuesta al por qué de tus fracasos y hayas recurrido a esta entrada de Blog en la que tu “yo” del pasado te habla, para de algún modo sentirte consolado.
Bien. Hablemos de tus fracasos a lo largo de la vida. Ciertamente has fracasado mucho. Incluso me atrevería a decir que eres de las personas que más veces ha fracasado de los de tu entorno. Si en el diccionario hubiese una foto en la definición de “fracaso” puede que los miembros de la RAE se moviesen para colar tu foto a modo de ejemplo. Desde pequeño, hasta al ser mayor, y de forma más repetida en la actualidad, los fracasos han formado parte de tu vida.
Y pese a todo esto, no eres un fracasado. Para ser un fracasado hay que rendirse al fracasar, y conformarse con un fracaso. Ese es el “fracasado”. En cambio tú has fracasado muchas veces pero has seguido adelante aunque no hayas tenido apenas posibilidades de tener éxito. Como la vez aquella que, con el hombro dislocado (el cual los médicos se sorprendieron que te hubiese durado tanto) conseguiste aprobar el examen de piscina después de aguantar 45 minutazos nadando pese a que te podrías haber esperado al curso siguiente tal y como te sugirió la profesora. O la vez aquella en la que suspendiste inglés en la selectividad y no paraste hasta conseguir el nivel FCE. O cuando tuviste que hacer un año sabático por no haber entrado en Enfermería en la primera convocatoria, y al año siguiente lograste entrar, acabaste la carrera sin que te quedase nunca ninguna asignatura y te graduaste con buena nota. O la vez aquella en la que, pese a no conseguir demasiado éxito en YouTube, hiciste el tutorial para pedir las becas, que a tantos estudiantes ha ayudado. O la vez en que te operaste el hombro y no te dejaron hacer prácticas, y después de saber cómo se sentía un estudiante discapacitado, acabaste consiguiendo que se aprobase un reglamento de evaluaciones para discapacitados en tu facultad. O la vez aquella en la que…
Me podría pasar así horas, y es que, aunque no te lo parezca, querido Omar del futuro, hemos fracasado mucho, pero para fracasar, hay que intentarlo, y no todo el mundo llega a intentar las cosas por miedo al fracaso. Tú eres un miedica. Un gato asustadizo al que no le gusta fracasar pese a que tienes tu vida llena de fracasos. Y pese a ser un cobarde, eres menos cobarde de lo que te crees, y bastante menos de lo que la gente piensa.
Puede que llegue el día en el que todo en tu vida sean victorias, y no vuelvas a fracasar. Yo, desde tu pasado, quiero que nunca llegue ese día, pues significará que tu vida se ha vuelto aburrida y monótona. Que no aprovechas las oportunidades, ni las creas. Que has dejado de creer que lo imposible es posible y que buscas tener una vida asegurada sin tener grandes sueños e ilusiones.
Seamos sinceros Omar. Fracasas constantemente, pero de vez en cuando logras cosas importantes que te deberían hacer sentir orgulloso de quien eres y confiado en que puedes conseguir lo que te propongas. Y lo más importante, si fracasas es porque lo intentas, y cuando lo intentas, ya quedas por encima de los que ni tan siquiera lo probaron.
No se trata de ser el mejor en algo pues siempre habrá alguien por encima de ti. Se trata de ser mejor que tu yo del pasado y demostrarte que por mucho que fracases, no serás un fracasado hasta que te rindas. Porque el verdadero éxito es tener el valor de hacer las cosas aunque puedas fracasar en el proceso.
Ánimo Omar del futuro, y recuerda. “Cree en ti mismo. No en mí creyendo en ti. No en ti creyendo en míCree en ti, solo por ti”.

Atentamente,

Omar del pasado.

Alí Babá, el ISIS y la indiferencia occidental III

 En capítulos anteriores…
Estábamos en que la primavera árabe llegaba a Siria para alegría de todos aquellos occidentales que no sabían situar Siria en el mapa pero a los que se les llena la boca con palabras de democracia.
“A ver con qué basura fascista nos sales hoy…”
¡Uh! ¡Qué cerrado de mente te veo, querido lector!
Siria es un país en el que tienen un representante del estado, como es Bashar Al Assad, y una serie de partidos concretos a los que se les permite presentarse a las elecciones que cumplen una serie de requisitos. Vamos, no sería tan raro si no fuese porque los requisitos se imponen des del mismo estado (como en China o Rusia, y depende de como se mire, desde las mismas democracias europeas como en el caso de AMAIUR, y nadie se atreve a decirles nada). De todos modos, para ejemplificar la situación, sería como si a Hitler no se le hubiese permitido presentarse a las elecciones por su ideología.
“Pues no parece tan mala idea visto así”.
Qué fácil de convencer eres, querid@ lector@.
De todos modos, una de las principales características de Siria era su variedad religiosa y étnica. En Siria convivían musulmanes y cristianos en una de las zonas más frecuentadas en las antiguas cruzadas (sí amigos, musulmanes y cristianos juntos justo donde hace siglos se mataban entre ellos). Además, otra de las cosas más características del país eran las ruinas de civilizaciones antiguas, sus muchas y famosas universidades, y su riqueza cultural. Ah, y un pequeño apunte. También tenía el 26to ejército más potente del mundo en una zona donde tener un ejercito está mal visto para según quien (Palestina por ejemplo. Ejercito no. Caca).
Aun con todo, vivir con un jefe de estado impuesto (recordemos que a nosotros nos lo dejaron elegir hace 40 años en una pregunta basada en "¿queréis democracia con Rey, o queréis dictadura?", un trato justo claramente) no es de agrado de todos, y la primavera árabe llegó. Las primeras propuestas fueron reprimidas, las segundas también, y las terceras. A eso hay que añadir la creación de escisiones en Al Qaeda, la unión de milicias desde Libia, el armamento de los llamados “rebeldes Sirios” por parte de occidente y las diversas trifulcas con las armas químicas.
Así es como se destruye un país con un gran patrimonio cultural como Siria. Irak por su parte lleva destruido desde su invasión, y el conflicto de Siria solo ayudó a que, una escisión de Al Qaeda formase lo que hoy es el ISIS, o Estado Islámico. Un grupo terrorista autollamado como “Califato” cuyo fundamento es destruir occidente, recrear Al-Ándalus, e imponer la ley islámica en todo su territorio según su interpretación. Esto no implica destruir los grandes monumentos de la ciudad, las ruinas de ciudades, o decapitar y quemar vivos a los prisioneros de guerra, etc.  Eso es simplemente una estrategia militar como hacía Vlad el Empalador en su época del mismo modo que lo han sido los atentados a la revista Charlie Hebdo. Enmascarados con una base de fundamentalismo ideológico que no sé a quien se le ocurrió, pero que sin duda comportará cambios en lo relacionado a la estructura social y religiosa de los estados occidentales. 
“¡Espera, espera, espera…! ¿me estás diciendo que el Estado Islámico son los rebeldes que antes se había armado desde Occidente, y que esos rebeldes apoyados por nosotros en su día, son los mismos que atentaron en la revista Charlie Hebdo?”
Uh. Yo no he dicho eso. Lo ha dicho la prensa aquí, aquí, aquí o aquí
De todos modos queridos lectores, el Estado Islámico no tiene demasiados amigos (al menos que sepamos). ¡Oh, no, aparecen esos enlaces mágicos que nos muestran otra realidad del mundo aquíaquí y también aquí!
Y ya para acabar esta serie de 3 posts mágicos donde os cuento una pequeña parte de la historia tras el conflicto de Siria, yo me retiro ya a mi zulo, a protegerme con mi mantita y a esperar a que todo pase (como la mayoría de refugiados sirios que a nadie parece importarles). Espero haber sido imparcial y mostraros de forma objetiva y con fuentes periodísticas lo que es una visión del mundo que solemos distorsionar por efecto del tiempo, un exceso de información recibida por parte de los medios y el hecho egoísta de considerar a los de aquí como "humanos" y los de ahí como "gente que sale en la tele".


PD: Me veo en la obligación (por si alguien lee esto y piensa "ya está el islamista radical este ganando adeptos) de decir que me repugna la guerra, que cualquier excusa de un humano para quitar la vida de otro es una aberración y que utilizar la religión en la que se apoya tanta gente, sea cual sea esta, para acabar con la vida de otra persona y quitarle las oportunidades de ser quien diablos quiera ser, es totalmente injusto, injustificado y por mi se pueden ir a tomar por el culo todos los que piensen lo contrario. 

Guía para combatir la gilipollez y los gilipollas

El mundo está lleno de gilipollas allá donde quiera que vayas. Esta realidad en ocasiones nos hace perder la fe en la humanidad, si no fuera por otra realidad aún más impactante. Todos llevamos un gilipollas dentro que nos hace ser el gilipollas que entorpece a los demás.
Hablemos del ser humano. Naces, creces, te relacionas, te reproduces y mueres. En todo ese ciclo, te da mucho tiempo y tienes muchas ocasiones para ser un gilipollas con los demás. A veces incluso lo eres constantemente.
“Tú llevas retrasando el post sobre Oriente Próximo un mes y ahora nos vas a dar lecciones de…”
A ver, querido lector. Ahora mismo te estás poniendo un pelín gilipollas. No pasa nada. Es una realidad. No hace falta ofenderse por recibir el atributo de “gilipollas” por otra persona, siempre y cuando no se esté refiriendo a ti como tal por tal de herir tus sentimientos.
¿Qué es ser gilipollas? Según la RAE, un gilipollas es una palabra vulgar para referirse a alguien como “tonto o lelo”. Vaya.  Así que un gilipollas es alguien tonto o lelo.
Recuerdo que una vez, una persona me contó que un enfermero se refirió a la gente con accidentes cerebrales como “gilipollas”. Un enfermero. Bien. Sigamos.
Os explicaré lo que entiendo yo por un gilipollas. Ese enfermero de la anécdota anterior era gilipollas. A mi entender, un gilipollas es la persona que, no pretendiendo ser o parecer listo, se muestra con arrogancia, egocentrismo y prepotencia, con aires de superioridad hacia los demás, y haciendo gala de su tontería por ello. Eso es para mí un verdadero y mayúsculo GILIPOLLAS.
Pero sigamos indagando en el tipo de persona calificada como “gilipollas”. Como ya he dicho, todos tenemos un gilipollas dentro. Un gilipollas que nos hace ser quien no queremos ser, que nos mueve de forma egoísta, injusta y con unos valores éticos y morales que no tienen por qué ser los nuestros aunque en ocasiones, más de un gilipollas se deja llevar por su verdadera forma de ser.
¿Estamos diciendo entonces que el ser humano es gilipollas por naturaleza? No amigos. No hay ningún niño gilipollas a no ser que a sus padres les haya dado tiempo a volverlo así.La inocencia de un niño reside en su falta de gilipollez, aunque algún gilipollas menor hemos conocido todos a lo largo de nuestra vida.
Un buen gilipollas jamás reconocerá serlo. Si lo reconoce, no se estará comportando como un gilipollas, si no que se moverá por un razonamiento que quizás no sea el habitual, pero razonamiento al fin de cuentas.
El buen gilipollas se comporta sin razón. No tiene motivo para ser egocéntrico, injusto y prepotente. El buen gilipollas no sabe que se está comportando como un gilipollas. Se basa en una serie de reglas infumables que le hacen seguir unas normas egoístas.
Otro punto interesante de todo buen gilipollas es que no respetan otras formas de pensar. La suya es la mejor y la tuya una patética forma de comportamiento inferior a las suyas en todo tipo de ocasión. El buen gilipollas intentará buscar aliados gilipollas, aunque no necesariamente los encontrará, pero ya le va bien tener gente detrás que lo apoye por otros motivos. Quedarse solo le debilitaría y acabaría imperando la razón en su mente.
Esta ha sido la descripción de un gilipollas de verdad desde mi punto de vista.
“Y oye, ¿cómo afrontamos una discusión con un gilipollas?”.
Buena pregunta lector. Solo hay dos formas para acabar una discusión con alguien gilipollas. La primera es callar y seguir a tu rollo (esto incluye darle la razón o no). La segunda es ser un gilipollas tú también. Así vencerá el que diga la gilipollez más grande y consiga más puntos de gilipollas.


Esa ha sido todo. Espero que os sirva mi guía contra la gilipollez.
PD: El motivo de este post es el siguiente video: 


El éxito, el fracaso y la ambición

Como ya he dicho en otras entradas, he acabado la carrera de enfermería. Una carrera de la que mucha gente subestima su dificultad. Lo cierto es que no es difícil si se te da bien, ergo será difícil si no se te da bien.
En mi caso se me ha dado bien, y no me ha sido difícil (normalmente). Aun así, hoy vengo a hablar (tal y como dice el título) del éxito, el fracaso y la ambición. Tres palabras que están muy relacionadas entre sí.
“Bueno. Relacionadas no. El éxito es lo contrario al fracaso”.
Anda, anda, lector troll. Eso que dices no es cierto para nada. Si llegas al éxito sin fracasar, igual no estabas siendo demasiado ambicioso. Si eres muy ambicioso, para llegar al éxito, deberás fracasar mucho y mucho.
Antes de andar, has de caer muchas veces, de igual manera que antes de aprender a ir en bici, te tienes que caer y hacer las típicas heridas de las rodillas que todos los patosos nos hemos hecho de pequeños. Antes de aprender a nadar, has tenido que tragar litros de agua. Antes que ligar con alguien, has tenido que quedar como un idiota con tantas otras personas.
Así es la vida (con sus matices, obviamente). No se trata de salir y besar el santo. No nacemos sabiendo hacer las cosas (pese a que mucha gente piense que venimos programados para saberlas hacer).
De igual manera que para morir hay que vivir antes, para alcanzar el éxito en algo, hay que fracasar. Esa es la relación que se establece entre el éxito y el fracaso.
“Vale, vale, ya me ha quedado claro. Entonces, ¿cuándo se supone que llega el éxito entre tanto fracaso?”.
No importa el cuándo.
“Pero eso no tiene sentido. Claro que importa el cuándo. La vida no es eterna”.
Querido lector. No importa el cuándo, no importa el donde, ni tan siquiera importa el por qué.Solo importa una cosa. Tu ambición. De ella depende el número de veces que estés dispuesto a fracasar antes de conseguir el éxito.
Si eres ambicioso, tampoco importará el número de veces que fracases. Al final llegará el éxito y con él, la felicidad por lo logrado, con esfuerzo y muchos sacrificios.
Si no eres lo suficientemente ambicioso, lo mejor que puedes hacer es ponerte metas menores. Una meta demasiado lejana solo te creará frustraciones, pues tu ambición no será suficientemente grande como para soportar los fracasos previos a lograr tu éxito. Creo que esto no tiene nada de malo. Si eres capaz de aceptar tus límites, entenderás cuál es tu nivel de ambición, y entonces serás capaz de estableces una meta asequible, la alcanzarás y serás feliz.
Luego estamos los ciegos, entre los que me incluyo. Tenemos demasiada ambición y no somos capaces de ver nuestros límites. Y fracasamos. Y volvemos a fracasar. Y fracasamos, fracasamos, y fracasamos. Y aun volvemos a fracasar. Y así una vez, y otra. Pero estamos ciegos, no vemos la pared que se alza sobre nosotros cuando pegamos cabezazos contra ella buscando ese mágico momento en el que llegar a la meta y ser felices. Hasta que un día la derrumbemos de tantos cabezazos y lleguemos a la meta. Puede que no fuese la manera más ortodoxa, y que lleguemos con heridas, pero llegamos. O eso creemos. 
“Pero, ¿y luego? ¿Qué pasa cuando llegas a la meta y eres feliz?”.
Ahí reside la clave, amigos. La cuestión es que no hay meta. Después de alcanzar el objetivo fijado, hay otro objetivo más allá. En eso consiste la vida. En dar un paso más, en no estancarse, en ser ambicioso y en saber que el fracaso es la clave del éxito. No hay un universo perfecto, sino que la belleza del universo reside en su imperfección. No se es feliz al alcanzar el objetivo, si no al andar hacia él. La verdadera clave de la felicidad es disfrutar de los fracasos.


PD: Cuando empecé la carrera, jamás creí que la acabaría a los cuatro años, pues hice un año sabático antes y eso siempre dicen que te oxida la mente si no la ejercitas. Ahora la acabo, con unas buenas notas, y sin futuro laboral. Creo que me merezco unas buenas vacaciones.

¿Cómo ayudar a un zombi?

Hoy pospongo el final de la trilogía sobre el conflicto en oriente próximo para pediros que miréis y difundáis el siguiente vídeo.
Se trata de un vídeo llamado “¿Cómo ayudar a un zombi?” en el cual hablan de cómo tratar a los padres que han perdido a sus hijos. Los padres serían los zombies que se sienten muertos vivientes.
Lo cierto es que, desde la sencillez, se han ganado todo mi aprecio y respeto. A esto hay que añadir que si llegan a las 40.000 visitas, se donará 4.000 euros a la investigación de las enfermedades cardíacas congénitas.

Como podéis imaginar los que seguís los vídeos de mi canal, no me he podido resistir a difundirlo.

Informativos, Consejos de Estudiantes y Daisy la animadora.

Bien. Esta semana daré un descanso a las entradas sobre Oriente Próximo y os comentaré un vídeo que hice pronto ara 2 años.
“Te has cansado ya de hablar de guerras, eh. ¡HUELES A ASUFRE!”
Mira, lector borde. Me estás cansando ya y voy a tener que banearte.
Como iba diciendo, hoy comentaré un vídeo, pero para ello os debo poner en contexto.
Pronto acabaré mi etapa de universitario, en la cual he sido el capitán del equipo de fútbol americano, y junto con mi novia Daisy (la animadora) he pasado grandes momentos. Aún recuerdo cuando entramos con el descapotable en el despacho del director a grito de “¡COWABUNGA!”.
“¿Ahora es un blog de ciencia ficción? Creo que se te ha subido la fama a la cabeza.”
Vale, vale. Me habéis pillado. Nada de eso ha ocurrido. Pero lo que sí ha ocurrido, ha sido quehe representado a los estudiantes en los diferentes órganos de gobierno de la universidad, cosa que está guay igual. Y una de las mejores experiencias, la tuve en el Consejo de Estudiantes. Ahí, tuve el lujo de compartir ratos con grandes personas que lejos de preocuparse por sí mismos como todo ser humano egoísta, se preocupaban por los demás.Y te dejas la piel, te juegas el cuello y aprendes a sudar la gota gorda por los demás.
Fue en una de las reuniones del Consejo de Estudiantes, donde la Coordinadora, una gran amiga y una bellísima persona a quien aprecio y mando un beso desde aquí, me propuso una cosa que en un principio rechacé.
La propuesta era hacer un informativo para los estudiantes que hablase de la vida de la universidad, e informase de lo más destacado que ocurría. Y sí, amigos. Me negué. Y lo hice porqué en aquella época, aún conservaba un ápice de vergüenza en la sangre. Pero al cabo de poco lo acepté e hice una prueba piloto (que el 23 de Julio cumplirá 2 años).
Aquella prueba piloto les encantó. El formato doblaje, el fondo con croma como el que uso en muchos de los vídeos de mi canal personal, y ese humor crítico que tanto tirón da en según qué momentos. Eso era, en definitiva, el informativo del Consejo de Estudiantes de la Universidad de Girona. Algo totalmente nuevo, con un formato diferente a cualquier cosa que se haya hecho en un Consejo de Estudiantes. Y lo mejor es que se hizo a un precio irrisorio y mejor que muchas producciones muchísimo más caras.
En definitiva, hacíamos cosas guays y lo sabíamos. Pero nunca tuvimos el apoyo de la Universidad, ni nunca se nos reconoció la faena. Supongo que ver que unos simples estudiantes te superan en calidad informativa y además se mofan de tu modo de hacer las cosas con sarcasmo, no debe ser muy agradable. Supongo.


Pero todo lo bueno se acaba, y nosotros lo sabíamos. En este caso, quise darle el mejor final posible con una producción por la que se recordase para siempre lo que habíamos hecho. Un vídeo final de despedida en el que dar las gracias a la audiencia, y dejar claro que se cerraba un ciclo pero que se abría otro. Algo que poder mirar en un momento de bajón y pensar “joder, ahí estuve yo”. Y la mejor manera que se me ocurrió, fue ¡VOLANDO LA UNIVERSIDAD!  


Sé lo que estáis pensando, y no, no echaron a nadie de la Universidad.

PD: Quiero dar las gracias a todo el mundo que me acompañó en ese camino que duró 2 años. Ahora que acabo la carrera me doy cuenta que ahí viví mis mejores años de estudiante. Gracias.

Alí Babá, el ISIS y la indiferencia occidental II

En el último episodio….
Hablamos del germen del ISIS, hablamos de la crisis, y hablamos de la primavera árabe, y ahí nos quedamos.
No entraré a valorar si la primavera árabe ha sido buena o mala porque la historia habla por sí misma. Lo que sí intentaré mostrar es que no ha sido igual en todos los países en los que ha acontecido y citaré unos cuantos ejemplos pues es un tema complejo y mejor ilustrarlos.
Primero Túnez, primer país en derrocar al cabeza de estado y al que mejor parece sentarle la primavera árabe. Aun así tenemos ejemplos que dicen lo contrario, véase el atentado al museo en el que murió una pareja española.
“¿Pero la primavera árabe no era una brisa de democracia en unos países en dictadura?”
Calla y observa, pequeño colibrí.
Egipto. País cuyo cabeza de estado fue Mubarak, que gobernó con mano dura. Después de muchas revueltas (todos recordamos las manifestaciones en la Plaza Tahrir) se derrocó a Mubarak y se realizó unas elecciones que ganó el Partido Musulmán de Mursi. Este, ante las manifestaciones que se dieron contrarias a su mandato, aplicó mano dura como ya hacía su predecesor, incumpliendo así el contrato social que se le suponía, y siendo derrocado por el ejército después de otra revuelta. Un ejército que asumió el poder del país hasta la fecha.
“Pues no mola tanto ya la primavera árabe”.
Espera, si aún queda.
Libia, cuyo jefe de estado era el excéntrico Gadafi, que fue ejecutado por grupos armados del CNT después que una coalición de la OTAN bombardeara su palacio, todas sus residencias y sus barcos (vídeo no apto para sensibles). No cabe ninguna duda que Gadafi era un capullo, pero lo era cuando visitaba España y saludaba al Rey, de igual manera que lo era cuando se quedaba con los impuestos de su gente para alicatar sus baños de oro. Ahora Libia es un país con milicias, contrabando, terrorismo… Un intento de democracia que con Gadafi al poder se mantenía estable, y que actualmente se ha convertido en un país sin Ley. 
“Me estás jodiendo el día con tus sucias palabras antidemocráticas”.
Tranquilo, tranquilo, querida lectora o lector. Siria, Irak y la formación del ISIS la dejaremos para la próxima entrada. Lo que sí… hay algo que no quisiera olvidar sobre lo comentado aquí.
Mursi, presidente egipcio derrocado por incumplir el contrato social, era de Hermanos Musulmanes, partido político musulmán y sunita. Gadafi recurrió a milicias centroafricanas relacionadas con Al Qaeda y que posteriormente serían vinculadas con Boko Haram, grupo terrorista al que se le adjudican decenas de miles de muertes y secuestros de mujeres y niñas en los últimos años en el Sahel. Por su parte, Bashar Al Assad es Chií y en Irak los chiíes también son una fuerza muy poderosa. Ahí, como veis, abrimos otra dimensión en este conflicto, y es que dentro del mismo islam, hay una clara escisión ente Chiitas y Sunitas.
TO BE CONTINUED.

PD: No sé cuanta entradas más de blog trataremos el tema, pero creo que estamos ya llegando al final de la explicación del conflicto. Atentos.