Bien.
Hoy tenía el body para hacer una entrada de blog, así que ahí va.
Una vez
acabadas las prácticas de la carrera, que acabé en el departamento de
investigación contra el cáncer del Instituto Catalán de Oncología, una vez
presentado por 3era vez consecutiva al concurso de cortos TuPunto.org, una vez
presentado el Trabajo de Fin de Grado al tutor y haber sido evaluado por él,
faltando solo grabar un vídeo para adjuntar al trabajo, y encuadernarlo y
entregar las copias, una vez superada la semana de Girona Temps de Flors, una
vez acabada la simulación clínica con muñecos el caso de urgencias el cual he
sido el único de la promoción al que se le ha muerto el paciente por un error
informático, y con solo faltándome la defensa del TFG; POR FIN PUEDO DECIR QUE ME SIENTO LIBRE.
Hoy
amigos vengo a hablaros del amor. Sí amigos, el amor. Esa
sensación de apego a alguien o a algo que es tan propia de algunos animales. Sé
que muchos estaréis sorprendidos que no vaya a hablar de la campaña electoral,
ni de los toros, ni del aborto ni ninguna memez de esas. No. Hoy vengo a hablar
del amor.
El amor
puede ser eso que profesáis por vuestro querido o querida, eso que da un padre
o madre a sus hijos, una simple relación de amistad, o incluso esas caricias
que dais a vuestras mascotas. Eso es amor, amigas y amigos. Eso. Es. Amor.
Ahora
que ya sabemos qué es el amor, analicemos por qué existe y qué comporta.
En un
capítulo de Doctor House cuyo número no quiero acordarme, House decía que el amor era la excusa que
tenían los Australopitecos para acompañar el uno al otro para que mientras uno
bebía agua del río, el otro vigilaba los depredadores. Bien. Esto es una opción. No obstante
si bajamos en lo que a volumen encefálico se refiere, vemos que hay otros
animales que seguramente, con menos masa cerebral, también sentirán amor. Igual
no como lo siente un ser humano y lo demuestra yendo al cine y llorando con
Titanic, pero no creo que a una vaca le haga demasiada gracia que te comas a su
ternerito.
Así pues,
sabemos que el amor es una relación de apego que por las leyes de Darwin han
posibilitado que los animales gregarios tiendan a sobrevivir más que los que
van a su rollo y se la cascan de espaldas al mundo.
Y muchos
(tampoco lee el blog tanta gente, pero ya me entendéis), diréis “wah, qué cabrón el Omar, se cree que todo es ciencia y el amor no
lo explica tus conocimientos, así estás sin novia”. Bueno. Acabas de herir mi corazón, voz en OFF.
El amor,
además de ser un argumento muy recurrente de película, también nos hace liberar
Oxitocina, una hormona que vamos soltando cuando socializamos, además de la
Feniletiamina y la Adrenalina. Esas hormonas influyen en el ciclo de la
dopamina, la hormona que nos hace sentir placer (como cuando leéis este
blog o os metéis rallas de coca con vuestros colegas en la disco que
frecuentáis).
Así pues,
amigos y amigas. Love is in the
air. ¡Disfrutad de la vida, y recordad que vivir enamorado es vivir
más!
PD:
Si leéis esta entrada y no entendéis por qué la hago, os explico antes que saquéis
conclusiones precipitadas. Sigo
soltero por desgracia para el Universo. Amor se escribe con las mismas letras
que “Roma”, “Ramo”, y “Omar”. Jaque mate, ateos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ya está el típico comentario troll...