miércoles, 14 de octubre de 2015

Que te jodan, Maslow.


Hoy me apetecía escribir algo diferente.
El otro día en clase de catalán (sí, hago catalán, concretamente me estoy sacando el nivel C2), la profesora nos contaba sobre el miedo de muchas personas a enfrentarse a una hoja en blanco. A mi me pareció curioso. Nunca me ha pasado eso de no saber qué escribir en una página en la que se supone que he de contar algo. Quizás me haya pasado algo así en algún examen, cuando he de contestar una pregunta justificada y no tengo ni idea de la respuesta, pero no he tenido nunca reparos en inventarme alguna solución al respecto.
Como ya os conté hace unas cuantas entradas ya, estoy escribiendo un libro. Pues bien. Ahora mismo lo tengo estancado. No por falta de ideas, tampoco por falta de ganas. Cuando uno es perfeccionista, tiene tendencia a hacer las cosas cuando sabe que van a salir bien. Yo soy muy dejado para algunas cosas, y muy muy muy perfeccionista para otras. Este libro es una de esas cosas que, más allá de querer que el resultado sea bueno, lo necesito.
Hablemos de la necesidad de conseguir algo. Las necesidades humanas las podríamos clasificar en la típica pirámide de Maslow y permitirnos parecer muy listos. No obstante el ser humano tiene la necesidad de sentirse realizado y en ocasiones es capaz de anteponerla al resto de necesidades que, según Maslow, son necesariamente realizables antes de autorealizarse.
-Querido Maslow. Viviste cuando comer era el objetivo del 95% del planeta. No te culpo por no saber lo que es "autorealizarse" en el siglo XXI.
Volvamos al miedo a la hoja en blanco. Igual (y digo “igual” porque aquí vierto mi opinión) el miedo a la hoja en blanco viene causado por una obvia necesidad de autorealizarse que puede ser completada al escribir esa hoja en blanco. Es quizás el miedo a sentirnos autorealizados con algo, que nos impide expresarnos en una hoja en blanco. Pudiese ser esa incapacidad del ser humano de sentir su mente como suya propia, la poca confianza en uno mismo, y el hecho de no conocernos a nosotros mismos, que nos impide coger esa hoja y llenarla de ideas.
Maslow decía que para llegar a la cúspide de la pirámide, hay que cubrir el resto de necesidades. Y yo le digo, ¡QUE TE JODAN MASLOW!
“¡Qué haces loco! ¿¡A caso no es este un blog “políticamente correcto"!? ¡Quizás un "tú no sabes nada Jon Maslow" sería más friki y por tanto más adecuado para este blog!”
¿Quién son los demás para dictarnos a nosotros qué debemos hacer, cómo debemos reaccionar y cuando debemos hablar? ¿No somos a caso dueños de nosotros mismos? ¿Es el miedo a dejar de ser nosotros mismos el que nos lleva a dejar de ser nosotros mismos? Pensad esto último. Yo llevo haciéndolo toda la semana.