miércoles, 21 de diciembre de 2016

Crónica de una liga de debate: A la tercera, va la vencida

24-11-2016
Recuerdo perfectamente ese día, demasiado incluso. Cada detalle, cada palabra, cada textura, cada color, cada esquina y cada recta. Era 12 de noviembre del 2014, y después de una formación previa a la liga de debate de la UdG me dijeron por WhatsApp que mi padre estaba en el hospital. Fui pitando y al llegar me senté al lado de mi padre, que estaba en una camilla en un box de urgencias del hospital de Girona, a las 23h mientras esperaba resultados por un dolor abdominal.

En ese momento, sentado con mi padre tumbado mirando hacia mí, le empecé a explicar lo que había hecho ese día, como siempre hacíamos cuando llegaba a casa de la universidad. Él me escuchaba como poca gente hace, y me aconsejaba como nadie. Ese día escuchaba más callado intentando entretenerse y dejar de pensar así en su dolor.

Ahí fue cuando le prometí algo que siempre pienso cumplir pase lo que pase. Además también le dije que seguramente ganaríamos la liga de debate. Esa cuenta ha quedado pendiente, y debo saldarla, aunque me cueste sangre, sudor, y lágrimas.

7-12-2016
Hemos superado las eliminatorias como primeros de grupo. La alegría es contenida. Aún nos quedan dos debates decisivos y no podemos fallar. Además, para semis nos toca un rival durísimo que no nos lo pondrá nada fácil. Habrá que trabajar mucho.

16-12-2016
Ayer pasamos a la gran final. No estoy nervioso. Me siento como el león al que ponen la presa delante y se la quitan para hacerlo rabiar. Tengo unas ganas locas de salir ahí y hacerlo bien, dejar a todo el mundo pasmado y vencer. Tenemos un magnífico equipo, y los rivales son buenos. Pero eso no me pone nervioso. Esta vez sí. Esta vez ganaremos. No se trata de que podamos o no podamos. Se trata de que debemos ganar. Y lo haremos. 


21-12-2016
Vale, hemos ganado, pero tampoco nos pasemos. La entrada de blog estaba quedando súper bonita y emotiva, pero vamos a bajar un poco el nivel.

El jurado estaba comprado, habíamos puesto trampas al equipo rival y nos copiamos totalmente la línea argumental de otros equipos (todo esto es mentira, pero mi vileza me impide ganar algo de forma honrada, así que, imaginad que no hemos ganado el debate de forma justa y que sigo siendo el ser malvado que acostumbro. De hecho, pensad que iba al debate con capa y colmillos de vampiro, por favor).

Ahora mismo, más allá del debate, tengo una sensación curiosa. Nunca en mi vida había ganado un primer premio. Nunca había sido campeón de nada. Es una sensación rara… ¿cómo describirla? Me siento… ¡DE PUTA MADRE!

No, ahora en serio, es un respiro. Me he quitado una espina importante. Estoy muy y muy contento por haber podido compartir una liga de debate con unos colegas de equipo como los que he tenido, y haber competido con la gente con la que he competido. De hecho, esto no tendría mérito alguno si no hubiese participado la gente que ha participado, muy grandes y con mucho valor todos.

"¡Menudo egocéntrico estas hecho! ¡Si has ganado ha sido gracias a tu equi... espera... ¿¡qué!?"

Dicho esto, no sé qué va a ser de mí, pero algo tengo claro. Algún día le enseñaré a mis nietos esto, y les explicaré mis peripecias entre debate y debate, desde que empecé hace 3 años, hasta que la finalice, ya sea hoy, mañana, o de aquí unos años. Es muy bonito esto, y lo que ha costado hace que lo valore más ahora.


PD: Y prometo no repetirlo y regodearme en la victoria, aunque ya sabéis que soy muy pesado (juejeje).

PD2: Hoy publico, pero es que tenía pensado subir el sábado un especial de nochebuena, y además estaba esto entre medio, así que...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ya está el típico comentario troll...